Primeramente, es fundamental considerar que los cambios del entorno repercuten en varios aspectos del mercado, reflejándose en hechos tales como:
a) La modificación de la visión y orientación de las empresas.
b) El incremento de las exigencias del mercado.
c) El aumento de la competencia
Esto induce a las organizaciones a poner especial cuidado en la revisión e implementación de medidas que mejoren sus actividades de trabajo, contribuyendo así, a regirse por políticas enfocadas al cumplimiento de:
a) La calidad.
b) La productividad.
c) El servicio.
d) La imagen competitiva.
Esta tarea competitiva es permanente y debe mantenerse actualizada gracias a los continuos cambios que se seguirán presentando en su ambiente.
El entorno competitivo ha generado que las empresas que deseen permanecer en el mercado, tengan la necesidad de orientar sus esfuerzos a desarrollar estrategias que respondan a las amenazas y oportunidades que su medio externo les impone.
El escenario que se muestra en esta situación parecería sencillo de alcanzar, siempre y cuando la empresa se preocupe por establecer estrategias internas que estén orientadas a:
a) Desarrollar acciones enfocadas a contar con el personal mejor capacitado y comprometido que proactivamente aporte un valor agregado a los esfuerzos estratégicos de la empresa.
b) Innovar estructuras organizacionales con menos niveles jerárquicos y puestos de trabajo en constante evolución.
c) Gestionar los procesos con una orientación al cumplimiento de las expectativas del cliente interno y externo.
El personal que contribuya en las actividades de la empresa, debe ser contemplado e involucrado en la búsqueda de una estrategia competitiva, para que se complementen los esfuerzos y puedan enfrentar a su medio ambiente.
Por lo tanto, es importante que se consideren estos aspectos para lograr los propósitos estratégicos de una organización:
a) Atender la calidad de vida en el trabajo.
b) Ejecutar acciones que favorezcan la actitud positiva del personal.
c) Desarrollar las competencias y habilidades de cada colaborador.
Para que las estrategias internas tengan éxito, es importante gestionar eficientemente al capital humano de la empresa, porque ello contribuirá al desarrollo de la misma. Por lo que es necesario, enfocarse al trabajo orientado a la educación y capacitación del personal, que contribuya al incremento de la productividad, así como al perfeccionamiento de sus talentos y destrezas formando individuos laboralmente competentes.
¿Y el papel del coach?
El reconocer la importancia de las personas en la competitividad de las organizaciones, está en manos de quienes lideran cada una de las áreas de trabajo; ya que deben preocuparse por el desarrollo de competencias de sus colaboradores para que tengan una mayor facilidad de responder a los nuevos retos que se presenten en el entorno.
Contar con los perfiles por competencias, facilitará la identificación de los contenidos ocupacionales y la descripción de las competencias funcionales que requiere el personal para poder desempeñar funciones de una manera eficiente, según lo exijan las demandas actuales del mercado y las estrategias competitivas que pretende realizar la empresa.
Las organizaciones tienen la necesidad de adoptar nuevos modelos que involucren a su personal a asumir un rol emprendedor, es decir, que tengan la habilidad de asumir riesgos y proponer iniciativas, facilitando con ello la capacidad de autogestión, por lo tanto se requiere:
a) Trabajar en equipo.
b) Comprometerse con los objetivos de la empresa.
c) Focalizar la actividad a la excelencia de sus clientes.
Por lo que es necesario que todo el personal se involucre y ejerza sus competencias que los dirijan a obtener un mayor desenvolvimiento; por tal motivo, se hace conveniente que los líderes asuman el ejercicio del coaching, que permita orientar e impulsar el aprendizaje de las vivencias y situaciones que enfrentan los individuos en la ruta de obtener un mejor performance en el trabajo.
Gestionar al personal resulta importante cuando hay protagonistas que los conducen y orientan; el papel del nuevo líder, es ser el coach que desarrolle una visión compartida, en la que todos los miembros de su grupo de trabajo orienten sus capacidades y esfuerzos al progreso de la organización.
Para gestionar a las personas, se debe basar en tres procesos:
a) La evaluación.
b) El desarrollo.
c) La compensación.
De esta manera, si se aprovecha el potencial competitivo de los individuos, podrá convertirse en un crecimiento exponencial para la empresa.
La gestión de personas, a través del ejercicio del coaching , debe ser entendido como un proceso de desarrollo porque:
a) Mejora la fiabilidad de la evaluación de rendimiento.
b) Estimula el buen desempeño de trabajo, por reconocer los esfuerzos realizados.
c) Establece la confianza para aceptar criterios que favorezcan la retención del personal
El coaching es fundamentalmente una interacción de alto impacto. La influencia del coach es importante para moldear las creencias y actitudes de los individuos que enfrentarán las dificultades que hay en el entorno. El rol de un coach es moldear las conductas en un plazo inmediato para que las actividades puedan ser desempeñadas adecuadamente por un lago plazo.
A manera de conclusión:
La ciencia administrativa se encuentra en constante cambio, gracias a las aportaciones teóricas que los expertos en la materia hacen como resultado de sus investigaciones y teorías que forman por sus vivencias. El cúmulo de información provoca una mayor visión al respecto, y abre un mayor panorama a las organizaciones para adoptar y adaptar a sus actividades empresariales las estrategias que favorezcan el cumplimiento de sus objetivos de una manera más efectiva.
Las interpretaciones de los conocimientos transmitidos generan las capacidades y habilidades para mejorar sus sistemas de trabajo y logran un mejor desarrollo de los recursos con los que cuenta la organización.
Por tal razón, hacer un diagnóstico sobre la verdadera aplicación de las aportaciones de estos nuevos conocimientos administrativos, permitirán identificar las necesidades y mejoras que una empresa del entorno deberá gestionar en su proceso de desarrollo.
Por lo que, considerar las nuevas tendencias organizacionales para gestionar al personal, como es el caso del desarrollo de competencias y el ejercicio del coaching empresarial, permite nutrir las estrategias competitivas de una empresa que esté comprometida desarrollarse en su entorno.
Con esta reflexión que me ha dejado los resultados de una investigación, lo invito a usted amable lector, de considerar la transformación de sus actividades a ejercer el coaching como herramienta para que cada uno de sus colaboradores desarrolle sus competencias y cumplan con los requerimientos necesarios para que su empresa permanezca en la competitividad.