1) ¡servir por el placer de servir!
Si usted busca servir por dinero, tarde o temprano se le terminarán las ganas de servir.
2) No sustituya la conveniencia por el servicio.
Haga que sus servicios sean más convenientes para sus clientes, pero no elimine el servicio.
3) En cada queja existe una solicitud de servicio.
Use las quejas para mejorar los aspectos débiles de su negocio.
4) Maneje sus momentos de verdad y se volverá irresistible.
Cualquier contacto con los clientes es un momento de verdad. Aprenda a satisfacer a su cliente cada uno de ellos y su cliente estará feliz.
5) Preocúpese por sus clientes, e invite a su jefe a preocuparse por usted.
La labor de los jefes es ocuparse de sus empleados, para que los empleados nos podamos ocupar de los clientes.
6) Los gerentes no son responsables del trabajo que realiza su gente, sino de la gente que lo lleva a cabo.
Las personas son más importantes que los procesos. Cada uno debe responsabilizarse de su trabajo.
7) El placer que se experimenta en los negocios se debe al servicio que ofrecemos al cliente, no a lo que vendemos.
El gusto está al entregar el servicio, resolver el problema, proveer la solución, no en el producto en sí.
8) La gente no identifica el servicio excelente si no se le indica donde está.
Si usted tiene puntos de servicio excelente, dígaselo al cliente, solo así estará seguro de que él lo sabe.
9) Reconozca el servicio que se le brinda y permita que le sirvan.
Si alguien le da servicio extraordinario, reconózcalo.